sábado, 26 de marzo de 2011

Buenos días princesa.

Aquella noche, como cualquiera de ellas, como todas las demás. Era la primera vez que no se cansaba de la rutina. Siempre hay una primera vez para todo, cada noche, era la primera vez para cada una de las irremplazables cosas.
En cada noche encontraba la liberación y la felicidad, lo que es sentirse realmente bien, y mejor aún, habían miles de cosas que lo proporcionaban.
-¿Estás dormida?- dijo con aquella voz, que solo él tenía.
-Claro que no, lo sabes de sobra.
-Tardas…
-No es algo que me preocupe, si vengo es para sentirte toda la noche.
-Como cada noche, tienes que dormir, al menos para disimular el cansancio mañana con tus padres, ¿no crees?
-No sé si he dejado claro que lo único que me preocupa eres tú, algún día se enteraran de esto, no va a ser eterno.
-Que lo descubran no significa que no vaya a ser eterno.-dijo mientras recorría con sus dedos la suave espalda de ella.
-Es fácil garantizar, hablar es fácil también, quisiera que fuera eterno, pero he de recordar que nada lo es.
-Y yo he de recordarte que si no me dejas estar eternamente contigo no podré demostrártelo.
-Pero…
-Eres muy pesada.-Interrumpió él.
La noche se perdió en eternos e ininterrumpidos besos.
-Buenos días princesa.

Aquella canción

Que dice y que rebota en mi cabeza: y la vieja pregunta, que por qué después de tanto me duele más que nunca.
Todo no tiene explicación, pero esto sí. A medida que siento que no te siento duele aún más, pasado tanto tiempo. Esto se me ha hecho eterno.
He de contarte, que te pienso cada día al despertar, cada noche al irme a dormir, cada hora, todo el tiempo.
Ahora bien, soy una de esas pocas personas, que la palabra amor no la dedican y limitan a esa persona que desean encontrar. Yo la extiendo, tengo mucho amor que repartir. No deseé encontrarla, nací y ya la tenía a mi lado. Sí, esas cosas que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, lo mío fue algo así, pero más reducido. Me culpo cada día por ello, y no odio el último adiós porque siquiera lo hubo.
A veces solo sé que estoy viva porque respiro, el resto me resulta confuso. No debería importarme, porque sé que estás conmigo siempre, incluso más que antes. Por ello sé que me quieres y que soy lo mismo para ti y tú lo mismo para mí. Te he dado las gracias por cada pequeña cosa, que cada una de ellas realmente es lo más grande. Pero me queda algo por agradecerte:
Gracias por ser el ángel, que me ha ayudado a seguir.

viernes, 25 de marzo de 2011

Mejorar.

Lo fácil y lo díficil. Para una persona mejorar puede ser hacerlo mejor, o simplemente el poder hacerlo. Aprender a hacerlo, a llegar, aprender que es lo fácil y lo difícil. Lo fácil y lo díficil no es algo general, ¿lo bueno de lo difícil? eso lo decides tú. Lo fácil y lo difícil lo elige cada persona, según su personalidad. ¿Lo mejor? Puedes hacer de lo difícil lo más fácil, de lo difícil aprender, de lo difícil mejorar, superar. Porque no hay nada que pueda frenarte.
De lo difícil lo fácil de lo fácil lo mejor de lo mejor lo superior.
Mejorar, superar, alcanzar.

Querido Dios.

He de decir, que ya no creo en ti ni en nada por tu culpa.

jueves, 24 de marzo de 2011

Just make it up.

En algunas ocaciones, debes aprender a decir que sí; sí puedo; sí puedo alcanzarlo, puedo conseguirlo.
Make it up!